En los últimos años los casos de miopía han aumentado considerablemente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que para el 2050 la mitad del total de la población mundial tendrá miopía. A pesar de que se trata de una afección leve, que podría requerir solo el uso de lentes. Esta predispone al paciente a sufrir otras patologías oculares de mayor gravedad como el desprendimiento de retina, el cual afecta cada año a 30 de cada 100 mil personas y que si no se trata a tiempo podría llevar a la ceguera.
Según indicó el Dr. Héctor Palacios, especialista de Oftálmica, Clínica de la Visión, la miopía es un error refractivo común, que limita la visión de larga distancia. Esto se debe a que el ojo es más grande de lo normal, lo que impide que los rayos de luz lleguen correctamente hasta la retina, la parte posterior del ojo donde se dan los impulsos eléctricos que viajan hasta el cerebro para convertirse en imágenes. Esta condición mejora con el uso de lentes convencionales o cirugías para la implantación de lentes intraoculares.
“Los pacientes con miopía deben tener en cuenta que esta condición podría incidir en un desprendimiento de la retina. El riesgo de padecer esta afección es cuatro veces mayor en miopes, entre -1 y -3 dioptrías (cantidad de corrección que el paciente necesita en sus lentes). Y aumenta hasta diez veces si la miopía está por encima de -3 dioptrías. Esto debido a que al ser el ojo de mayor tamaño; la retina, que es el tejido que lo recubre en la parte posterior, se estira y tiende a debilitarse, lo que puede provocar que se desgarre por el propio debilitamiento o hacerla más vulnerable a roturas por golpes”, apuntó el Dr. Palacios.
El médico señaló que la rotura de retina es la principal causa del desprendimiento de este tejido. Esto debido a que a través del desgarro producido, el vítreo, que es el líquido que alberga la retina, sale y empieza a hacer presión para desprenderla de su lugar. Si la lesión no se ha producido cerca del centro del ojo, muchas veces la retina puede desprenderse progresivamente, sin generar ningún síntoma en el paciente. Sin embargo, una vez que se vea afectado la parte central, el campo visual empezará a verse disminuido y si se daña la mácula, que es el centro de la retina, las consecuencias podrían ser irreversibles e incluso provocar la ceguera.
El Dr. Héctor Palacios indicó que los pacientes con miopía deberían realizarse chequeos oftalmológicos de manera periódica y solicitar un examen de fondo de ojo bajo pupila dilatada, realizado por un especialista en retina, el cual permitirá evaluar el estado de este tejido para descartar un desprendimiento. “Los factores que provocan la miopía pueden ser genéticos. Pero también culturales, como los hábitos de vida actuales que contribuyen a tener solo una visión de cerca. En este sentido tanto las personas con ascendencia asiática, cómo jóvenes en general que presenten dificultad para ver de lejos, deben tener especial cuidado con esta condición”, finalizó el especialista.
Tratamiento con láser
Cuando aún no se ha producido el desprendimiento de retina, pero se ha detectado de manera precoz desgarros y/o agujeros; se realiza un tratamiento llamado Fotocoagulación, en el cual con el uso de un láser se hacen pequeñas quemaduras alrededor del desgarro y/o agujero, de tal manera que se forma una cicatriz que evita el desprendimiento de la retina.
En algunos casos, se regresa la retina a su lugar y se sella el agujero que se haya generado, una de las técnicas más usadas es la Vitrectomía, la cual consiste en retirar primero el vítreo y reemplazarlo por una burbuja de gas que desaparece entre 3 y 6 semanas. Si es un cuadro severo y crónico, se coloca aceite de silicona asegurando la retina en su sitio y finalmente se procede a emplear el tratamiento láser como complemento a la cirugía.
Fuente: Diario Médico