La capacidad de ver es un proceso en el que participan diferentes órganos que conforman el ojo. Uno de los más importantes es la retina, que recubre la parte posterior y transforma los rayos de luz en impulsos eléctricos, los cuales posteriormente se enviarán al cerebro para convertirse en imágenes.
Una retina saludable es clave para la buena visión; sin embargo, existe una patología denominada desprendimiento de retina, que ocasiona deficiencias visuales e incluso podría llevar a la ceguera.
“Esta es una enfermedad ocular que se origina por la separación de la retina y la capa que se encuentra debajo de ella (coroides). Esta división hace que no se nutra la retina y, en consecuencia, la persona llegue a perder la visión”, explica Gerardo Arana, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión.
Entre los síntomas de esta afección están la presencia de luces, moscas volantes, zonas del campo visual opacas y, en casos más severos, toda la visión se torna oscura, impidiendo que el paciente vea.
Entre los factores de riesgo están las personas que cuentan con alta miopía, individuos que padecen traumas severos, cirugías previas a la visión (cataratas), deportistas que practican disciplinas de contacto, como el box, deportes de aventura, entre otros.
De ocurrir un accidente y este genere un desprendimiento de retina, el especialista recomienda acudir de inmediato a un oftalmólogo especialista en retina. Asimismo, se debe evitar mover a la persona afectada para que no empeore su cuadro clínico y se sugiere no aplicar pomadas u otras sustancias en el ojo afectado.
El tratamiento de esta enfermedad es quirúrgico y gracias al avance tecnológico existe el vitrector facoemulsificador.
El especialista recalcó la importancia de la prevención acudiendo a un médico oftalmólogo como mínimo una vez al año para identificar algún desgarro retinal a tiempo y así prevenir el desarrollo del desprendimiento de retina.
Fuente: El Peruano