La uveítis es una patología inflamatoria ocular que puede tener un impacto devastador en la calidad de vida de quienes la padecen si no se trata adecuadamente.
Las enfermedades raras afectan a un reducido número de personas en comparación con otras enfermedades, pero son un desafío pues son poco conocidas y pueden afectar seriamente la salud. Una de ellas es la uveítis, una patología inflamatoria ocular que puede tener un impacto devastador en la calidad de vida de quienes la padecen si no se trata adecuadamente.
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La uveítis, catalogada como una enfermedad rara por la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta entre 20 y 50 personas por cada 100 mil habitantes a nivel mundial. «Esta enfermedad, poco frecuente pero potencialmente devastadora, puede causar ceguera si no se detecta y trata a tiempo. Por lo tanto, es crucial realizar un diagnóstico oportuno y preciso con el especialista adecuado para garantizar un manejo efectivo de la enfermedad», afirma el Dr. Carlos Siverio Llosa, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión.
Los síntomas más frecuentes de la uveítis son enrojecimiento, dolor ocular y visión borrosa de aparición brusca. Esta enfermedad puede tener diversas causas. Una de ellas es la infección por el parásito Toxoplasma que reside en el intestino de los gatos. Puede transmitirse a los humanos a través del contacto con las heces de los gatos infectados o al consumir alimentos contaminados con el parásito. Otra causa es una falla en el sistema inmunológico, lo que hace al paciente propenso a desarrollar enfermedades inflamatorias llamadas autoinmunes. En este tipo de enfermedades, el sistema inmunológico ataca erróneamente a los tejidos sanos, incluyendo los ojos y las articulaciones.
El Dr. Siverio nos explica que la uveítis puede clasificarse en dos tipos: aguda y crónica, de acuerdo con la duración y gravedad de los síntomas, así como el curso de la enfermedad.
- La uveítis aguda se caracteriza por un inicio repentino de los síntomas y una duración relativamente corta. Los signos pueden incluir enrojecimiento ocular, dolor, sensibilidad a la luz y visión borrosa. Este tipo de uveítis puede ser desencadenado por infecciones oculares, lesiones oculares traumáticas u otras causas agudas. El tratamiento suele implicar antiinflamatorios y puede requerir atención médica urgente para prevenir complicaciones graves y preservar la visión.
- La uveítis crónica persiste durante un período largo de tiempo, a menudo meses o años. Este tipo de uveítis puede asociarse con enfermedades autoinmunes. Debe tratarse con antiinflamatorios durante un tiempo prolongado y ser evaluado periódicamente. Si el paciente interrumpe su tratamiento, existe un alto riesgo de que la enfermedad recurra y se produzcan complicaciones graves, incluidas la pérdida de visión y la ceguera.
Es crucial detectar la uveítis a tiempo, estar alerta a los síntomas y buscar atención médica temprana. Seguir un tratamiento adecuado permite evitar complicaciones graves y la preservación de la visión del paciente.
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Fuente: Conectados CCL