Proteger los ojos del sol, realizar actividades al aire libre y acudir al oculista de forma regular preserva la salud visual.
En Lima, cuatro de cada 10 personas presentan alguna enfermedad que afecta su salud visual. Sin embargo, casi la mitad no recibe tratamiento, pese a que en el 80% de casos conviven con la afección hace muchos años. Así lo revela el Estudio sobre la Percepción de la Calidad de Vida y Salud Visual de los Limeños, realizado por Oftálmica, Clínica de la Visión.
Según la investigación efectuada en el marco del Día Mundial de la Visión (10 de octubre), las enfermedades oculares que más identifica la población limeña son la miopía, astigmatismo, presbicia e hipermetropía, es decir, las que necesitan corrección con lentes. Enfermedades graves, como la catarata, glaucoma o maculopatías no están siendo reconocidas por los pacientes.
“Esto es preocupante porque significa que las enfermedades de alta complejidad no son advertidas a tiempo y, en muchos casos por falta de información, pues un 77% considera que no tiene conocimiento de los males oculares”, indicó Carlos Siverio Llosa, especialista de Oftálmica.
El médico también refirió que preocupa que en la encuesta un 15% de pacientes con problemas visuales haya reconocido que usa tratamientos no especializados para sus dolencias visuales, pues ello podría ser riesgoso.
MIOPÍA EN NIÑOS
Siverio indicó que en el Perú la afección que más está avanzando es la miopía, un defecto refractivo que impide ver con nitidez los objetos lejanos. Precisamente, un informe de la Organización Mundial de la Salud alertó que 324 millones de personas en el mundo podrían padecer esta afección en el año 2025. Sin embargo, también indicó que el aumento del tiempo en el exterior puede reducir este riesgo.
El 40% de casos de miopía se inicia en menores de 18 años y uno de los factores de riesgo es el uso excesivo de dispositivos electrónicos que obligan a los menores a concentrarse y enfocar el ojo de cerca. La iluminación es otro factor que influye en su presentación. Por eso, luego de una hora de uso, los expertos aconsejan tener entre 10 y 15 minutos de descanso para que el ojo repose.
El especialista refirió que la miopía puede ser genética, es decir, que si los padres son miopes, hay probabilidades de que el hijo lo sea también. Señaló que este defecto puede corregirse con anteojos, lentes de contacto o cirugía refractiva, pero si no se recibe tratamiento, podría causar dolores de cabeza y en ciertos casos la aparición repentina de objetos flotantes que alertan sobre el desprendimiento de retina. “Por eso, la importancia de los chequeos preventivos y, ante un ojo que duele, pica, tiene una sombra o se desvía, acudir de inmediato al oftalmólogo”, manifestó.
Fuente: Perú 21