La contaminación, los rayos ultravioletas, el cansancio y los malos hábitos pueden ser factores que pongan en peligro la visión de adultos y niños. En los más pequeños es común que se froten constantemente los ojos sin imaginar que pueden ocasionarle un severo daño a su salud.
Es aquí donde aparece la denominada Queratocono , una patología poco habitual cuya causa no se ha logrado determinar al 100 % pero que los especialistas diagnostican cuando la córnea (la parte transparente en la cara anterior del ojo) está anormalmente adelgazada y protruye hacia adelante. Esto significa una córnea en forma de cono.
El doctor Carlos Siverio Llosa, especialista de Oftálmica, Clínica de la Visión, explica que el Queratocono causa una mala visión de manera progresiva, debido a que la córnea sigue un proceso de deformación.
En cuanto a las causas, aún estas no se han determinado de manera definitiva; sin embargo, se relaciona a esta afección con antecedentes genéticos y lesiones por el excesivo roce de las manos en los ojos.
En cuanto a los síntomas, el especialista indicó que el más común es una disminución rápida y progresiva de la visión y un aumento rápido de la medida si el paciente es miope.
En la mayoría de los casos, las personas con queratocono temprano notan visión ligeramente borrosa y consultan al médico en busca de lentes correctivas para leer o conducir. En los estudios iniciales, los síntomas no son, por lo general, muy diferentes de aquellos que caracterizan cualquier defecto de refracción ordinario.
A medida que la enfermedad progresa, la visión se deteriora, a veces rápidamente. La agudeza visual empeora cualquiera que sea la distancia, y la visión nocturna suele ser más pobre. En algunos individuos la visión en uno de los ojos es marcadamente peor que en el otro. Algunos desarrollan fotofobia (hipersensibilidad a la luz), fatiga ocular por desviar la mirada para poder leer, o picazón en el ojo. Alternativamente, puede suceder que la sensación de dolor sea leve o inexistente.
El tratamiento de esta enfermedad variará de acuerdo a la etapa en la que se encuentre. Según indicó Siverio Llosa, en una etapa inicial se recomienda el uso de anteojos o lentes de contacto, sí la deformación corneal es mayor, estos últimos deberán ser semirrígidos. En el caso de que la deformación se encuentre ya en una etapa final será necesario un trasplante de córnea.
Además, hay una técnica denominada Cross Linking, un método novedoso y menos agresivo que consiste en el uso la luz ultravioleta para endurecer el tejido corneal, sin alterar significativamente su trasparencia. Una corrección de la forma de la córnea con el implante de anillos en la misma, es otra de las opciones.
Fuente: Peru.com