La sobreexposición a pantallas puede causar conjuntivitis bacteriana, dolor ocular, visión borrosa y enrojecimiento de los ojos.
Las lágrimas protegen al ojo de posibles bacterias, pero al estar frente a pantallas este líquido escasea, lo que produce el denominado ojo seco.
Los problemas visuales constituyen la segunda causa de discapacidad a nivel nacional. Según el Estudio de percepción de calidad de vida y salud visual en Lima 2019, el 80% de los limeños que presentaba problemas oculares manifestó que padece de enfermedades refractivas (uso de lentes por miopía, astigmatismo, presbicia, hipermetropía, entre otras). ¿Cómo impactará la extensión del teletrabajo y el incremento a la exposición de dispositivos electrónicos en la salud visual de los trabajadores?
“La exposición por largos periodos de tiempo a computadoras, celulares y televisores hace que la cantidad de parpadeos disminuya de 18 a 5 por minuto, aproximadamente. Esa situación ocasiona una inadecuada distribución de las lágrimas, lo que causa irritación en los ojos y se manifiesta como fatiga visual”, explica el Dr. Gerardo Arana, Director Médico de Oftálmica Clínica de la Visión. Esto dificultará la realización del trabajo en tiempo y calidad.
El médico oftalmólogo indica que en caso el trabajador use lentes deberá ponérselos en todo momento, especialmente mientras esté frente a una pantalla. Si es necesario, debe actualizar su medida. De no hacerlo, puede presentar ojos rojos, dolor de cabeza y picazón. Además, podrían generarse sobreesfuerzos que se verán reflejados en lesiones de la superficie del ojo, como conjuntivitis o queratitis bacteriana.
¿Por qué sucede esto? Las lágrimas protegen al ojo de posibles bacterias y, al estar constantemente frente a pantallas, este líquido escasea, lo que produce el denominado ojo seco. Presentada esta complicación, la membrana de la conjuntiva se expone a ser infectada, lo que ocasiona una conjuntivitis bacteriana.
El oftalmólogo sostiene que el cuadro más severo que se podría presentar es la queratitis, una inflamación de la córnea que también puede tener relación con el ojo seco. Entre sus síntomas más comunes están el dolor ocular, visión borrosa, enrojecimiento de los ojos y sensación de cuerpo extraño.
Antes de la pandemia, los pacientes con este tipo de enfermedades oculares representaban entre el 25% y 30% de Oftálmica Clínica de la Visión. Ahora el número de consultas ha aumentado a entre 40% y 50%, según revela el Dr. Arana. “Este aumento se está dando en todo el mundo. Por ejemplo, la primera consulta generalizada en Inglaterra era la de traumatología y ortopedia. En este momento, debido a la pandemia, oftalmología ha pasado a todas las especialidades en consultas”, indica.
Tratamientos
El Dr. Arana da estas recomendaciones para evitar problemas oculares:
Tomar descansos: Se aconseja que el colaborador emplee la regla del 20-20-20, la cual consiste en que cada 20 minutos se mire por 20 segundos a 20 pies de distancia (6 metros aproximadamente). De esta manera, los ojos no presentarán muchas molestias durante las horas de trabajo.
Aplicar lubricantes oculares: Una alternativa para evitar incomodidades en los ojos es utilizar gotas lubricantes (lágrimas) antes de empezar la jornada laboral. Estas se pueden aplicar cuantas veces se considere necesario para ayudar a humectar los ojos, y a detener el desarrollo del ojo seco y ardor en la visión.
No olvidarse de parpadear: Las personas parpadean normalmente en promedio 15 veces por minuto. Está demostrado que frente a la pantalla de una computadora el parpadeo baja a un promedio de 6 veces por minuto debido a la concentración. Es recomendable parpadear con frecuencia para lubricar la superficie ocular.
Iluminación y posición: Si es de día, se recomienda que tanto el ambiente como la pantalla del equipo tengan similar iluminación. Si se tiene que utilizar la computadora de noche, es importante que la luz del dispositivo sea más potente que la luz del ambiente. Para prevenir sequedad ocular, se aconseja que el borde superior de la pantalla de la computadora esté a la altura de los ojos y que el dispositivo esté a unos 35 o 55 cm de distancia.
Fuente: Gestión