A medida que el invierno se vuelve mas crudo, algunas personas pueden creer que fumar les ayudara a reducir la sensación de frio, lo cual es un mito. Sin embargo, el tabaco, ya sea en cigarrillos, puros, cigarros o pipas, contiene nicotina, una droga psicoactiva que solo altera la percepción y es extremadamente perjudicial tanto para la salud general como para la ocular.
En Perú, 2.5 millones de personas son adictas al tabaco, según CEDRO. Esto refleja un consumo habitual y la dificultad para dejar de fumar. Un cigarro contiene mas de 7,000 compuestos químicos, muchos de ellos tóxicos y carcinógenos. Aunque puede dar la sensación de “calor”, en realidad te hace mas vulnerable a infecciones. Por lo tanto, es fundamental comprender como su consumo puede provocar graves enfermedades visuales y deteriorar la calidad de vida.
El Dr. César Escudero, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión, explica que las sustancias inhaladas durante el proceso de fumar afectan significativamente la salud ocular estrechando los vasos sanguíneos y reduciendo el flujo de sangre a los ojos, lo que puede causar isquemia (obstrucción de los vasos arteriales). Como resultado, pueden surgir síntomas como visión borrosa, irritación, sequedad y enrojecimiento, además de posibles afecciones graves.
El especialista también comenta que el tabaco puede afectar a las personas que no fuman a través de la exposición al humo, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas, respiratorias y cáncer de pulmón, conocidos como fumadores pasivos. Entre las principales afecciones oculares asociadas con el consumo de tabaco se encuentran:
1. Cataratas: Los fumadores tienen el doble de riesgo de desarrollar cataratas en comparación con los no fumadores, debido a la exposición a los químicos presentes en el humo del tabaco, que inducen daños oxidativos en las células del cristalino.
Las cataratas se producen por la opacidad del cristalino del ojo, lo que impide el paso de la luz y puede llevar a una visión borrosa y, si no se trata a tiempo, a la ceguera.
2. Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE): La DMAE, es una enfermedad que afecta la mácula, la parte central de la retina responsable de la visión detallada y central, lo cual dificulta actividades esenciales como leer, escribir y conducir. Fumar aumenta significativamente el riesgo de desarrollar esta patología, tras el daño que puede ocasionar en las células de la mácula y reducir el flujo sanguíneo a la retina, acelerando la degeneración de este tejido crucial.
3. Retinopatía diabética: El tabaco puede agravar la retinopatía diabética, al reducir el oxigeno disponible en la sangre y aumentar la presión arterial, lo que empeora la salud de los vasos sanguíneos retinianos y puede llevar a la pérdida de visión.
4. Ojo Seco: Los fumadores tienen una mayor probabilidad de sufrir de ojo seco, una condición en la que la cantidad de lagrimas es insuficiente para mantener la superficie del ojo lubricada. Esta situación puede empeorar por el humo del tabaco, el cual puede causar inflamación ocular, estimulando así el desarrollo del pterigión (crecimiento carnoso de tejido blanco sobre la córnea del ojo).
Finalmente, el doctor ofrece algunos consejos básicos para proteger tus ojos de estas dolencias:
- Dejar de fumar: La medida más importante que se puede tomar para proteger la salud ocular es dejar de fumar. Esto no solo reducirá el riesgo de desarrollar enfermedades oculares, sino que también mejorara la salud general.
- Evitar el humo de segunda mano: Es crucial evitar la exposición al humo de segunda mano, ya que también puede ser perjudicial para la salud ocular. En lo posible, no estar en ambientes donde se fume, y alejar a los niños y otros miembros de la familia de estos espacios.
- Realizar exámenes oculares regulares: Mantén un régimen de exámenes oculares regulares con un oftalmólogo. Esto puede ayudar a detectar cualquier problema ocular en etapas tempranas y abordarlo antes de que se agrave.
Fuente: Diario del País