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El 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes. Esta enfermedad afecta a 422 millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. En el Perú, según el Instituto Nacional de Estadística e Información (INEI), el 2,9% del total de la población mayor de 15 años ya ha sido diagnosticada con este mal; el cual es una de las principales causas de ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular.
Para Gerardo Arana, especialista en Retina y Vítreo de Oftálmica, Clínica de la Visión, los ojos son uno de los órganos que la diabetes ataca directamente, generando la patología denominada Retinopatía Diabética, la cual es una de las cuatro principales causas de discapacidad visual y ceguera. Según la Organización Panamericana de la Salud un 30% de personas con diabetes podría padecer esta enfermedad y un 1% tienen alto riesgo de ceguera.
“La parte del ojo que es afectada por la Retinopatía Diabética es la retina. Allí, los vasos sanguíneos que alimentan este tejido sufren diversas alteraciones de acuerdo al avance de la enfermedad, que según su estadío puede tratarse de solo lesiones en las arterias o además puede producir la aparición de nuevos vasos sanguíneos, aumentando el daño”, señaló el especialista.
El especialista indicó que esta enfermedad empieza con lesiones leves en los vasos sanguíneos que alimentan la retina. Si el cuadro es inicial, se pueden producir microaneurismas (protuberancias en los vasos), microhemorragias o en el peor de los casos una inflamación en la mácula, que es la parte central de la retina que permite leer e identificar objetos y rostros.
Cuando la enfermedad ha avanzado, los vasos sanguíneos se tapan y el organismo al buscar suministrar sangre a la zona afectada crea nuevos vasos; sin embargo, estos son anormales y no proporcionan el flujo sanguíneo adecuado.
En el tipo de Retinopatía Diabética Proliferativa el daño a la retina es mayor; ya que a menudo, los nuevos vasos van acompañados por tejidos cicatrizados que pueden hacer que la retina se arrugue o se desprenda, si se produce un desprendimiento en la zona central de la retina (mácula) se perderá por completo la capacidad visual.
Es por ello importante realizarse controles periódicos, llevar una alimentación saludable y evitar una vida sedentaria. “El paciente debe realizarse un control de los niveles de azúcar en su organismo para que los tratamientos sean eficaces. Pacientes con diabetes deben acudir a controles oftalmológicos permanentes ya que este padecimiento, en sus inicios, no da ninguna molestia ocular”, comenta Arana.
Tipos de Diabetes. La Retinopatía Diabética es una enfermedad que puede ser producida tanto por la diabetes de tipo 1 como de la de tipo 2.
En el caso del tipo 1, aquella que se adquiere de nacimiento, se estima que a los 15 años de edad las personas iniciarán un proceso de afección a la visión, por lo que debe existir un control oftalmológico.
En el caso del tipo 2, la diabetes se adquiere en algún momento de la vida del paciente y se relaciona con antecedente genéticos y hábitos alimenticios; en estos casos se estima que 10 años después de adquirida la enfermedad, el paciente presentará problemas visuales, por lo que también debería haber un monitoreo de la salud ocular.
Fuente: Mujer Pandora