La capacidad de ver es un proceso en el que participan diferentes órganos que conforman el ojo. Uno de los más importantes es la retina, que recubre la parte posterior y que transforma los rayos de luz en impulsos eléctricos que posteriormente serán enviados al cerebro para convertirse en imágenes.
Por ello, una retina saludable es clave para la buena visión; sin embargo, existe una patología que saca a este tejido de su lugar natural y provoca deficiencias visuales. A esto se le conoce como desprendimiento de retina y actualmente se calcula que la padecen entre 10 y 18 personas de cada 100 mil, y la incidencia aumente en adultos mayores donde es de 53 por cada 100 mil.
Según indicó Gerardo Arana, especialista de Oftálmica, el desprendimiento de retina consiste en la separación de este tejido de la capa que se encuentra sobre él (la coroides). Esto se debe, en el 90% de los casos, a la rotura de la retina.
“Cuando se forma un agujero en la retina, el vítreo, que es el líquido que esta protege, sale y la desprende de su lugar, con lo que se empieza a reducir el campo visual. En el caso de que la lesión inicial haya sido en la parte central (mácula), probablemente, el paciente pierda la visión de forma irreversible”, indicó el especialista.
Las causas que pueden producir un agujero en la retina y posteriormente su desprendimiento son varias, entre ellas están el desprendimiento de vítreo posterior, adelgazamientos de la retina, lesiones y cirugías de cataratas mal practicadas.
En ese sentido, Arana explica «en el caso de las roturas por el adelgazamiento de la retina puede deberse al desgaste natural del tejido, muy común en personas de la tercera edad». Sin embargo, en el caso de un paciente con miopía las probabilidades aumentan, debido a que se trata de un ojo de gran tamaño y la retina se estira tanto que empieza a adelgazarse.
En ese sentido, el tratamiento para el desprendimiento de retina consiste en regresar a la retina a su lugar y sellar el agujero que se haya generado en este tejido, para esto último se utiliza la técnica denominada fotocoagulación, en la cual se usa láser para hacer pequeñas quemaduras alrededor del desgarramiento de la retina, con lo cual se genera una cicatriz que la fija nuevamente.
Fuente: Mujer Pandora