Cada vez más niños tienen miopía

Cada vez más niños tienen miopía

Cada vez más niños tienen miopía

● Factores asociados a la actual pandemia habrían provocado que un mayor número de menores de edad desarrollen este trastorno visual, advierten recientes estudios científicos.

La crisis generada por el COVID-19 está exponiendo a los niños a mayores períodos frente a una pantalla.

Un par de años antes que se desatara la actual crisis de salud por COVID-19, especialistas proyectaban que para el 2050 la mitad de la población mundial padecería de miopía. Sin embargo, ese porcentaje podría ser mucho mayor ahora. Recientes estudios realizados en Asia sugieren que factores relacionados con la pandemia, como la disminución de las actividades al aire libre y la prolongada exposición a las pantallas, están aumentando los casos de miopía infantil.

–Epidemia silenciosa–

De acuerdo con la Academia Americana de Oftalmología, la miopía es un trastorno común de la visión que se produce cuando el ojo no refracta de forma adecuada la luz, es decir, esta no se enfoca correctamente; por lo tanto, la persona no puede ver con claridad los objetos distantes.

Por lo general, la miopía se manifiesta cuando el globo ocular es más largo de lo normal o cuando la curvatura de la córnea es muy pronunciada, indica la Clínica Mayo. Esto puede ocurrir por predisposición genética (hereditario) o por factores ambientales, como estar menos expuesto a la luz natural o realizar de forma prolongada actividades que exigen ver de cerca (leer, escribir, mirar pantallas).

Al mantener a los niños aislados en casa por las medidas de confinamiento y el incremento de las horas que pasan frente a una pantalla debido a las clases virtuales, la pandemia estaría creando un ambiente que no solo aceleraría el desarrollo de la miopía en los menores, sino que también aceleraría el daño que produce.

Un estudio realizado en China, y publicado en la revista “JAMA Ophthalmology”, observó que la prevalencia de la miopía en niños de entre 6 y 8 años aumentó de 1,4 a tres veces en el 2020, en comparación con los cinco años anteriores. Los autores analizaron los datos de 123.535 menores.

Siguiendo esa misma línea, en Hong Kong un grupo de especialistas estudió los ojos de 1.793 menores, de los cuales 709 fueron reclutados y evaluados durante la pandemia, y 1.084 antes de que esta ocurriera.

Los resultados, publicados en el “British Journal of Ophthalmology”, mostraron que el número de casos nuevos de miopía estimados en un año fue de hasta un 28% en el primer grupo, y de hasta un 17% en el segundo.

El estudio indica que estos cambios coincidieron con una reducción en el tiempo que los niños pasaban al aire libre, de alrededor de una hora y 15 minutos por día, a solo 24 minutos, y a un aumento en el tiempo viendo una pantalla, de unas 2,5 horas al día, a siete horas.

Según Gerardo Arana, director médico de Oftálmica Clínica de la Visión, el problema con el aumento de los casos de miopía infantil está en las complicaciones que este trastorno puede ocasionar.

“El problema con la pandemia es que puede provocar que haya más casos de miopía severa o alta. Esto tendrá un mayor riesgo de presentar problemas como desprendimiento de retina, glaucoma, catarata temprana, maculopatía miópica”, explica.

–Mucho cuidado–

En el Perú, un informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), llamado “Estadísticas de las tecnologías de información y comunicación en los hogares, comparó los trimestres del julio, agosto y setiembre del 2019 con los del 2020. Se encontró que el uso de Internet en niños de 6 a 11 años pasó de un 41,1% a un 69,8%. Respecto a aquellos de entre 12 y 18 años, su consumo de Internet se elevó de un 77,4% a un 85,7%.

Cabe resaltar que, en el 2019, un estudio realizado en EE.UU. y publicado en “JAMA Pediatrics” estimaba que el tiempo diario que los niños pasan frente a cualquier pantalla aumenta de 53 minutos a los 12 meses de edad, a más de 150 minutos a los 3 años. Puede que los números sean mayores ahora; no obstante, no es tarde para actuar al respecto.

Fuente: El Comercio