La uveítis es una inflamación que daña las partes internas del ojo y puede producir ceguera. Es causada por microorganismos infecciosos o por problemas del sistema inmunológico. Es recomendable que sea tratada por un médico oftalmólogo especialista en uveítis.
La pandemia a raíz de la propagación del COVID-19, ha evidenciado que nuestra visión es un sentido que requiere de cuidado permanente. El ojo es uno de los órganos más delicados del cuerpo humano y puede verse afectado por diversas enfermedades, siendo una de ellas la uveítis. Esta es una enfermedad que consiste en la inflamación de las delicadas partes internas del ojo y puede causar ceguera irreversible si no es detectada y tratada adecuadamente.
“Imaginemos al ojo como un huevo, por dentro está la retina, que es como la membrana blanca que va pegada a la cáscara del huevo. La retina es la parte más importante del ojo porque es la que nos hace ver. Por debajo está otra capa que se llama úvea, la cual da nutrición a la retina. Además, el ojo está lleno de una gelatina transparente llamada humor vítreo, que vendría a ser como la clara del huevo. Todas estas estructuras son importantes para que el ojo funcione y son las que se dañan con la uveítis”, indicó el Dr. Carlos Siverio Llosa, especialista de Oftálmica Clínica de la Visión.
Esta enfermedad puede ser causada por infecciones o por alteraciones en el sistema inmunológico del paciente.
Uveítis infecciosas
Dentro de las causas infecciosas de uveítis está la toxoplasmosis, causada por un parásito llamado toxoplasma, el cual vive en el intestino de los gatos. La persona se contagia principalmente al ingerir alimentos o agua contaminados con heces de gato. Este parásito produce heridas infectadas en la retina. Los síntomas más comunes de este tipo de uveítis son la aparición de manchitas oscuras móviles en el campo ocular y visión borrosa que avanza rápidamente.
Otra uveítis infecciosa es la toxocariosis, causada por un parásito que vive en el intestino de los cachorros de perro. El contagio, al igual que en la toxoplasmosis, se da a través de la ingestión de los huevecillos del parásito. Esta infección afecta principalmente a niños pequeños pues ellos juegan en los jardines o parques donde las mascotas hacen sus necesidades. Generalmente afecta un solo ojo y si no se detecta a tiempo puede producir ceguera.
Los padres deben sospechar de esta enfermedad si notan una manchita blanca en el centro del ojo del niño o si este desvía un ojo de un momento a otro. En esos casos debe de acudir de inmediato al oftalmólogo para descartar esta u otras enfermedades severas del ojo. Igualmente, se recomienda desparasitar periódicamente a perros y gatos para prevenir las enfermedades antes mencionadas.
Uveítis por desórdenes inmunológicos
Existen enfermedades del sistema inmunológico que producen uveítis o inflamación dentro el ojo. A veces se acompañan con inflamación de otros órganos como las articulaciones de la columna o de las rodillas. Los síntomas de estas uveítis son enrojecimiento y dolor ocular intenso, sensibilidad a la luz y disminución de la visión.
El Dr. Siverio Llosa recomienda acudir de inmediato a una consulta oftalmológica presencial si se manifiestan los síntomas de uveítis mencionados. En muchos casos, es preferible que el paciente sea evaluado por un médico oftalmólogo especialista en uveítis para un mejor diagnóstico y tratamiento.
Por último, es importante que niños, jóvenes, adultos y adultos mayores pasen por revisiones oftalmológicas periódicas para cuidar y preservar su visión. Cabe indicar que los centros oftalmológicos especializados están atendiendo siguiendo rigurosos protocolos de bioseguridad para minimizar el riesgo de contagio del COVID 19 y así dar protección y tranquilidad a todos los pacientes.
Fuente: Business Empresarial