La visión de niños, adolescentes, adultos y adultos mayores debe protegerse en todo momento para retrasar y prevenir las enfermedades.
Los cambios que trajo la pandemia del COVID-19 priorizó la atención que da la población a la salud visual. Ello debido a que el constante uso de los dispositivos tecnológicos —para el teletrabajo y la educación a distancia—, así como el ingreso del virus a través de nuestros ojos, pueden afectar estos órganos.
“Si protegemos nuestros ojos desde niños y de forma permanente vamos a contar con una calidad de salud visual cuando lleguemos a la adultez. Además, es muy importante conocer si a nivel familiar se tiene alguna incidencia de enfermedades oculares”, sostuvo Gerardo Arana, director médico de Oftálmica Clínica de la Visión.
Cuidado por edades
- Bebés prematuros: Sus ojos tienen un desarrollo incompleto y podrían sufrir retinopatía del prematuro, crecimiento desproporcionado de vasos sanguíneos que puede causar ceguera.
- Niños y adolescentes: Deben hacerse una revisión para identificar si necesitan usar lentes o padecen de alguna patología. Se aconseja tomar descansos, regular el brillo de las pantallas, parpadear más y humectar los ojos con gotas lubricantes.
- Adultos de 20 a 40 años: Sugieren operarse en este rango de edad si padecen de miopía, hipermetropía o astigmatismo. Esta decisión debe ir acompañada de una evaluación previa. El control oftalmológico debe ser cada 5 años.
- Adultos de 40 a 60 años: El uso de lentes es indispensable y deben pasar por chequeos oftalmológicos cada dos años. En esta edad también aparecen males oculares genéticos como el glaucoma o la retinopatía diabética.
- Mayores de 60 años: Padecen enfermedades oculares más complejas que, en algunos casos, afectarán su calidad de vida (glaucoma, retinopatía diabética, catarata, entre otros). Las comorbilidades juegan un papel importante.
Fuente: Exitosa Noticias