La exposición al sol ha sido vinculada a condiciones oculares graves, llegando incluso a la pérdida de visión irreversible en casos extremos.
Los días de verano están por llegar a su máximo esplendor y así como muchos disfrutan de las actividades al aire libre como ir a la playa o piscina y no olvidan echarse protector solar, muy pocos son los que piensan en cómo cuidar sus ojos y los posibles daños que el Sol pueda ocasionar. Y es que es crucial recordar que la exposición excesiva puede tener consecuencias perjudiciales para la retina, la parte del ojo encargada de enviar señales visuales al cerebro.
Según destaca el Dr. Gerardo Arana Kaik especialista de Oftálmica Clínica de la Visión, la radiación ultravioleta (UV), en particular la UV-A y la UV-B, tiene la capacidad de penetrar en el ojo, provocando daños en la retina. La retina es una capa delgada que contiene millones de células sensibles a la luz (bastones y conos), que se encuentra en la parte posterior del ojo. Este daño acumulativo se ha asociado directamente con un mayor riesgo de padecer enfermedades oculares crónicas.
El Dr. Arana destaca que la exposición al sol ha sido vinculada a condiciones oculares graves, llegando incluso a la pérdida de visión irreversible en casos extremos. Estos hallazgos pueden prevenirse tomando las medidas de cuidado correspondientes, como el uso de gafas de sol con protección UV, para preservar la salud visual a lo largo del tiempo.
Síntomas de daño a la retina por la radiación
Los síntomas iniciales de daño en la retina pueden variar según la gravedad y la duración de la exposición. Algunos de estos incluyen visión borrosa, sensibilidad a la luz, presencia de manchas anormales y cambios en la percepción del color.
- Visión borrosa o distorsionada: Uno de los primeros signos de daño en la retina es la visión borrosa o distorsionada. La persona puede experimentar dificultades para percibir imágenes de manera clara, ya sean objetos distantes o cercanos.
- Sensibilidad a la luz: Lansensibilidad a la luz se manifiesta a través de molestias al enfrentarse a la luz brillante. Esta sensación puede presentarse como fotofobia, donde los ojos se vuelven más sensibles a la luz.
- Manchas anormales en el ojo: La percepción de fenómenos visuales anormales dentro del ojo, que interfieren con la visión normal, pueden indicar la presencia de daño en la retina.
- Percepción de color: En algunos casos, se experimenta dificultad para distinguir ciertos tonos o colores.
Medidas preventivas para cuidar tus ojos
- Evita la exposición directa al sol: Es importante en las horas pico de radiación ultravioleta, entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Aunque el deslumbramiento parezca leve y temporal, es crucial considerar que incluso una exposición breve puede provocar lesiones permanentes.
- Utiliza gafas de sol adecuadas y de calidad: Opta por aquellas que brinden protección completa alrededor de tus ojos y estén certificadas para bloquear el 100% de los rayos ultravioleta (UV). Esta medida es esencial para garantizar una defensa efectiva contra la radiación dañina y mantener tus ojos seguros frente a la exposición solar.
- Usa sombreros de ala ancha o viseras: Complementa tus gafas de sol con un sombrero de ala ancha o una visera. Estos accesorios proporcionan sombra adicional y protección contra la luz solar directa, reforzando así la seguridad ocular.
“Disfrutar de un poco de sol diario tiene beneficios, pero es fundamental encontrar un equilibrio. Mientras la exposición moderada a la luz solar aporta ventajas, un exceso puede ser perjudicial no solo para la visión, sino también para la salud general del cuerpo. La clave está en disfrutar del verano de manera consciente y evitar la sobreexposición”, concluye el Dr. Arana.
Fuente: Peru.com